lunes, 7 de diciembre de 2009

¿SUPERSTICIÓN O VERDAD?

Tradiciones y costumbres están atadas a la sangre de nuestros antecesores que a pesar de los años no se han borrado. La “brujería o el curanderismo” que se practica en la actualidad, es una de las tantas herencias que nos han dejado nuestros ancestros. La civilización Inca, es una antecesora que generaba este tipo de rituales para explicar algunas desgracias que asechaban a los individuos de su comunidad, que creían que provenían de un origen era sobre natural. El hampicamayoc (curandero) tenía que discernir la calidad del enfermo. Si la disfunción la causaba una enfermedad cuyo diagnóstico la atribuía a un designio sobrenatural, el curandero no podía hacer nada porque era imposible vencer a los dioses. Pero sobre los males hechos por la venganza humana, el curandero lo podría salvar, utilizando el conocimiento del beneficio de las plantas, animales, minerales y otros. Su ciencia la basaba en su propia experiencia y práctica, adquiridas y transmitidas de padres a hijo siglo tras siglo. En la actualidad se la sigue practicando, tal vez con algunas modificaciones.

A pesar que para algunos hablar de “mal de ojo”, “mal aire y susto” resulta un mero hecho de superstición, más para otros son verdaderas creencias de ciertos males inexplicables. Vicente Gutama, con 56 años de edad es un famoso “curandero” de la Nueve de Octubre, la fama que tiene se la ha ganado a lo largo de sus 16 años de práctica.

Montes como la santa María, flor de Guandoo, Eucalipto, Altamizo e incluso un huevo son los principales materiales que utiliza para “curar” a sus pacientes. “Las plantas que utilizo, son de olores fuertes para espantar a los malos espíritus que están en el cuerpo de la persona, el huevo simplemente es para diagnosticar que mal ha tenido, no cura.”



“Empecé como un oficial de un “chamán” no pude aprender todo lo que él sabía, por eso me considero solo un “curandero”. Los días que más acude la gente a solicitar mis servicios, es el Martes y Viernes, y vienen con mucha fe para que les de efecto.”

Niños que lloran mucho, no duermen, tienen problemas estomacales, están con fiebre, adultos con dolor de cabeza, de los brazos, las piernas y falta de sueño, son algunos de los síntomas que presentan los pacientes, los que pueden ser diagnosticados como dice Vicente.

Todos estos padecimientos se van después de la primera visita dice Gutama, el tratamiento que deben tener los individuos es de tres días y, son tratados con un ramo de plantas las que son pasadas por todo el cuerpo con cierto ritual, que es lo que ahuyenta a las malas energías y a los “ espíritus endemoniados”.



Según este “curadero” estos males se los pueden adquirir incluso bajándonos de la cama, ya que si en ese momento hay una corriente de aire fuerte pues allí podemos adquirir “un mal aire” o “mal viento”, en cambio el “mal de ojo” son energías negativas de otra persona que a través de su mirada nos la pasa, eso les sucede más a los niños.

“Creo en lo que practico y la gente también, por eso vienen donde mí, me gusta lo que hago. Me pienso retirar, pero lo haré cuando un familiar decida quedarse en vez de mí, para eso tengo que enseñarle lo que yo sé y he aprendido.” Treinta dólares al día aproximadamente es lo que obtiene Vicente por su labor, así como él hay muchas personas más que se dedican a este oficio, ya sea por que realmente conocen lo que están haciendo o por el simple hecho lucrativo, lo cierto es que si “curan” o no, tienen la concurrencia de gente crédula que acuden comúnmente o incrédula que por curiosidad quieren experimentar y de alguna forma explicar lo que la medicina tradicional no logró.

http://laboratorioderedaccionvirtual.blogspot.com/


0 comentarios:

Publicar un comentario